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En su uso terapéutico resulta una gran ayuda en el tratamiento de trastornos como la vaginitis,ya que con ellos, la mujer puede perder paulatinamente el miedo al coito. Se puede usar también en casos de: frigidez, bajo deseo sexual, vaginismo, dispareunia, miedo a penetraciones dolorosas, dolor pélvico crónico, hipertonía y dilatación para evitar estenosis vaginal.
Silicona medicinal, flexible y 10 velocidaes.
- 100% silicona.
- silencioso y discreto.
- muy bien tolerado por la piel e inodoro.
- libre de plastificantes.
- de fácil limpieza, p.ej. con clean’n’safe.
- comprobado dermatológica-clínicamente.
Se recomienda usar los vibradores con lubricantes íntimos de base acuosa.
Medidas insertables: 7 cm x 2,5 cm.
Gracias a su diseño cónico ascendente resulta de gran ayuda en el tratamiento de trastornos como la vaginitis (contracción de los músculos de la vagina que hacen la penetración dolorosa) ya que con ellos, la mujer puede perder paulatinamente el miedo al coito. Se puede usar también en casos de: frigidez, bajo deseo sexual, vaginismo, dispareunia, miedo a penetraciones dolorosas, dolor pélvico crónico, hipertonía y dilatación para evitar estenosis vaginal. Gracias a este vibrador conseguimos relajar la zona pélvica y aumentar la circulación sanguínea, puesto que es una forma de sensibilizar la vulva y la vagina gracias al aumento de la circulación sanguínea que produce la vibración.Por esta razón, es una solución para este tipo de dolencias.
¿Qué hacer para superar el vaginismo?
El vaginismo es la contracción inconsciente de los músculos de la vagina que impide o dificulta la penetración. Algunos factores físicos provocan molestias durante la penetración que hacen que la mujer contraiga la musculatura, por ejemplo la falta de lubricación, infecciones vaginales y lesiones musculares en la vagina. Pero generalmente el vaginismo viene causado por factores psicológicos y se debe tratar desde ahí.
Conoce tu cuerpo
Muchas mujeres que padecen vaginismo tienen la sensación y la idea de que su vagina es pequeña, que existe un muro o una pared que impide la penetración, que el pene no cabe y que la penetración duele.
La mayoría de las mujeres con este problema tienen dificultades para manipular sus genitales, no se masturban y tampoco utilizan tampones. Algunas nunca han ido al ginecólogo por miedo al dolor.
Es importante que conozcas tu cuerpo y, en concreto, tus genitales para derribar estos mitos y familiarizarte con esa zona. Puedes comenzar observándolos en un espejo y, cuando te sientas preparada, tocando despacio tu vulva y la entrada de tu vagina. Para ello utiliza lubricantes y no te sientas presionada por sentir placer, el objetivo de este ejercicio es simplemente el autoconocimiento.